Uno de los días más felices es cuando las promesas se cumplen, cuando se ven cristalizadas a través de objetos de deseo que todos amamos. Berger diseñó esta colección para recordar aquella promesa de amor eterno, el comienzo de una nueva etapa, la meta alcanzada o la sorpresa de aquel regalo especial.
Una colección de piezas que enaltecen sus materiales y las piedras que las armonizan, una estética que enamora y nos recuerda aquellos momentos felices que nos acompañarán por siempre.
Para Berger, una promesa nos une, nos hace inseparables y cómplices. Nos da seguridad y nos impulsa a vivir más intensamente al lado de quienes amamos. Nos hace reír y nos hace llorar. Una promesa saca lo mejor de nostros, el lado más fiel de nuestro ser, el lado más romántico y más amoroso.
Estas joyas representan una promesa que jamás se olvida y al cumplirse crea un valor real que evoca sueños e inicia nuevos recuerdos de vida.